Los cuatro califas bien guiados fueron cuatro que también siguieron a Mahoma y se convirtieron en líderes del Islam.
El primero de los cuatro fue
Abu Bark, que fue elegido tras la muerte de Mahoma como su sucesor, también fue muy importante para el Islam.
El segundo fue
Omar Ibn al
Jatab que fue elegido califa tras la muerte de
Abu Bark. Reinó del año 634 al 644, pero los
chiies pedían a
Alí como sucesor de
Abu Bark. Debido a la insistencia de los
chiies,
Omar convocó a seis hombres para elegir a un nuevo califa.
El tercero fue elegido en esa reunión y fue
Omar Ibn Afan. Reinó del 644 al 656. Estandarizó el Corán para que todos lo pudiesen leer y extendió el Imperio
musulmán más allá de sus fronteras lo que provocó disturbios en el
Magreb. Un día una muchedumbre enfadada entró en su palacio y lo asesinaron.
El cuarto y último de los cuatro califas fue
Ali.
Ali transladó la capital de Imperio a
Irak, reinó del 656 al 661. Murió asesinado por unos
desidentes.